Entre las causas de la caída capilar encontramos diferentes factores que influyen negativamente sobre nuestro cabello siendo la herencia un factor determinante, también la alimentación, estrés, embarazo, hormonas andrógenas en aumento y más; sin embargo en su mayoría pueden ser tratados.
El efluvio anágeno ocurre en la fase anágena o fase del creciemiento del cabello, pero por el contrario aquí el cabello no crece debido a una malformación del folículo piloso, pudiendo perder el cabello o crecimiento mucho más fino, esto ocurre casi con el 80% de cabello, sin seguir ningún patrón de calvicie en tiempos cortos. El efluvio anágeno esta relacionado a la quimioterapia, pero puede deberse a diferentes factores.
Normalmente el crecimiento del cabello tiene 3 fases: Anágena, catágena y telógena, siendo la fase telógena la conocida fase de reposo. El efluvio telógeno se debe a una determinada causa, la cual hace que repentinamente en cualquier fase de crecimiento del cabello pase a fase telógena, para después de uno o dos meses perder cabello, casi el 80%. El cabello tiende a crecer de manera lenta, pudiendo recuperar el 90% de cabello pasado 6 meses.
El efecto shedding es la aceleración de fases del crecimiento del cabello, pasándola a la fase telógena o fase de reposo, cuando nuestro cabello se encuentra en reposo y nuevo cabello va creciendo, expulsando al cabello que se encuentra en reposo. Esta aceleración ocurre tras usar tratamientos capilares como propecia o también conocida como finasteride- y algunas personas parecen pasar por este efecto también con minoxidil o rogaine. Ocurre los 3 primeros meses de tratamiento generalmente.
Las hormonas regulan nuestro organismo para su correcto funcionamiento; los niveles de hormonas son controladas por el hipotálamo. Existen dos hormonas sexuales importantes en el ser humano el estrógeno y testosterona, siendo el metabolito o transformación de la testoreona, la conocida dihidrotestosterona (DHT) la principal culpable de la pérdida de cabello; el aumento de testosterona puede estar relacionado al aumento de insulina en la sangre o a nuestra propia alimentación, un bajo nivel de proteínas ligadoras hormonales puede generar una subida de testosterona.