Al sarro dental también se le conoce como cálculo dental o tártaro; es una capa que se forma de restos de alimentos, sales minerales, desechos celulares y millones de bacterias que gradualmente se van adhiriendo a los dientes por falta de una higiene adecuada.
El sarro esta formado por residuos de alimentos, por la saliva, por la bebida, el tabaco, etc; produciendo una capa calcárea que embadurna los dientes y los ensucia. A esta placa que tiene una coloración oscura se le denomina sarro.
El sarro es uno de los problemas que atacan a la dentadura con mayor frecuencia, no sólo es un problema estético si no que también puede ser un problema de salud que daña los dientes, ya que si no es eliminado produce inflamación en las encías, sangrado de las mismas, mal aliento y hasta perdida de los dientes.
El sarro suele situarse en las caras anteriores de los dientes. Se reconoce por ser de consistencia dura, superficie irregular, color café, y sensación de tener la boca amarga, además de la halitosis o mal aliento.
La placa bacteriana que no se remueve de las superficies exteriores de los dientes se solidifica y se convierten en sarro. Cuando este se ha adherido a los dientes la única manera de eliminarlo es mediante un tratamiento conocido como tartectomía, el cual es completamente indoloro.