Dentro de las más comunes alergias que se pueden encontrar está la llamada alergia a los animales, que se produce cuando un sujeto hipersensible entra en contacto, precisamente con el pelo, escamas o algún fluído animal, lo que desencadena en él una reacción alérgica.
Los animales que son frecuenemente vinculados con las alergias son el perro y el gato, siendo este último un causante del gran índice de alérgicos por la cantidad de pelo y escamas que se desprenden de sí, afectando a un 15% de la población y aumentando a un 20 o 30% si se trata de personas con rinitis o asma.
Este tipo de alergia se produce ante la reacción inmune del cuerpo ante un alérgeno alojado en la saliva, descamaciones de la piel u orina del animales, usualmente transportado en el aire y que suele llegar a la superficie de los ojos, la nariz o puede ser inhalado, provocando los distintos síntomas de la alergia; el contacto con la piel también genera algunas reacciones como ronchas, comezón o irritación, pudiendo manifestarse en breves instantes o demorando un poco más, lo que también puede suponer complicaciones.
El mejor y más efectivo tratamiento es sacar al animal de la casa y evitar todo contacto con él. aunque no es definitivo pues el animal sigue contaminando desde fuera. También existen medicamentos que ayudan a controlar las reacciones alérgicas como la clorfenamina.
si se gusta de tener mascotas, es recomendable elegir las que no boten pelo o plumas, y si se decide mantenerlo hay que tomar ciertas medidas.
– Mantener a la mascota fuera del contacto con la persona alérgica, fuera también de los lugares más concurridos de la casa.
– Bañar a la mascota periódicamente con jabón o champú al menos una vez a la semana para reducir la cantidad de alérgenos.
– Cepillar el pelo de la mascota fuera de la casa para evitar la produción y esparcimiento de alérgenos, es recomendable que lo haga cualquier persona no alérgica.
– Lavar o limpiar la casa o jaula del animal con cierta frecuencia para reducir la producción de alérgenos generalmente alojados en la orina del animal.
– Limpiar la casa con frecuencia, pues los alérgenos se alojan en cojines, alfombras, tapetes y colchones, por lo que es recomendable recubirlos con fundas de plástico para prevenir su liberación.
– Es recomendable emplear filtros de aire para evitar o reducir las partículas aero-alérgenas en el interior de la casa.