La mácula es el área central de la retina que tiene la mayor concentración de células visuales, por esto es la zona con mayor resolución de la visión, la que nos permite la visión aguda. Con la edad, generalmente después de los 50, se va produciendo una degeneración de esta zona por lo que la persona a pesa de tener una visión periférica normal, poder reconocer perfectamente contornos, queda limitada para aquellas actividades que requieran una visión aguda.
El síntoma de la degeneración macular asociada con la edad es la disminución de la visión, que se evidencia sobre todo al tratar de leer o la desaparición de la porción central de una imagen en la cual estamos enfocados.
La degeneración macular relacionada con la edad puede presentarse de dos formas:La forma húmeda es más rara y más agresiva, su evolución ocurre entre semanas y meses y puede conducir a una pérdida importante de la visión. En esta variedad se forman nuevos vasos que pueden invadir la mácula y provocar hemorragias en ella.
Aunque no se conoce bien la causa de la degeneración macular, se ha evidenciada que es provocada por productos de descomposición de las células de la retina que no pueden ser evacuados y que se depositan en ella. Estos depósitos en algunos casos originan la proliferación de nuevos vasos como se ve en la forma húmeda de la enfermedad.
A pesar de que la edad es el único factor de riesgo seguro para la aparición de la Degeneración macular, existen otros aspectos que se han considerado influyentes en ella. Entre estos tenemos: la arteriosclerosis, el fumar, la exposición a las radiaciones UV, deficiencias nutricionales y vitamínicas.
Su oftalmólogo podría detectar el problema aún antes de que Ud. note molestias. Mediante un examen oftalmoscópico (fondo de ojo) él podría evidenciar depósitos compactos distribuidos en el centro de la retina.
Existen tratamientos paliativos o que impedirían una mayor pérdida de visión en el caso de las formas húmedas. Estos consisten básicamente en la destrucción de los vasos patológicos formados en la retina. Las principales técnicas son la coagulación láser, que destruiría esos vasos sanguíneos, y la terapia fotodinámica, en la cual al paciente se le aplica por vía intravenosa un colorante que responde a la luz y que se deposita selectivamente en los vasos enfermos neoformados. Luego el colorante es excitado con una luz láser no térmica y se inicia la destrucción de esos vasos sanguíneos patológicos.
Hasta ahora no existe una forma definitiva de curación para ninguno de los dos tipos de degeneración macular asociada a la edad. Sin embargo, la visión puede ser mejorada mediante diferentes ayudas visuales, como por ejemplo, una lupa de lectura con iluminación, lentes de aumento, etc.