Muchas son las mujeres que sufren constantes molestias en espalda y cuello por el excesivo tamaño de sus senos, los que hasta en determinado punto pueden llegar a afectar su autoestima e incluso provocar incomodidad física. Esto es subsanable mediante una cirugía de reducción de mamas.
Las técnicas utilizadas pueden ser varias, pero sin dudas la que más se utiliza es la incisión alrededor de la areola siguiendo las curvas naturales del busto, a través de la cual el cirujano procede a extraer el exceso de grasa, de tejido glandular y de piel, colocando posteriormente en su nueva posición el pezón y la areola. Esta cirugía tiene una duración de entre 2 y 4 horas, dependiendo de cada caso particular.
Posterior a la operación se debe utilizar un vendaje sobre las mamas y posiblemente requiera también la colocación de un drenaje por 1 o 2 días, durante los cuales y a fin de mitigar el dolor se deberán ingerir analgésicos que oportunamente habrá recetado el médico. Una vez retirado el vendaje, se debe usar las primeras semanas, un sostén especialmente indicado, hasta que la inflamación desaparezca completamente. La sutura se retira, dependiendo de la evolución entre la primera y tercer semana. La recuperación es bastante rápida y sin mayores complicaciones, pudiendo reintegrarse a las actividades normales en aproximadamente 7 a 15 días.