¿Qué puede suceder durante la relación sexual en el embarazo?

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Esta es una pregunta que bien puede hacerle la embarazada al médico. A pesar de eso, todavía existen algunas inhibiciones sobre la sexualidad y algunos médicos o pacientes evitan tocar el tema.

Antes que nada hay que tener claro que las relaciones sexuales pueden continuar durante el embarazo y que en nada afectarán al bebé. Simplemente para no sorprenderse o preocuparse, es bueno que la pareja sepa aquello que puede ocurrir mientras mantengan relaciones sexuales durante el embarazo.

Una de las consecuencias posibles es la producción de calostro. El calostro es una sustancia que sale por el pecho antes que la leche, es lo que beberá el bebé los primeros días de vida. Ante la estimulación de los pechos, ya avanzado el embarazo, puede ser que salga por los mismos. Nada debe preocupar en caso de que esto suceda y, si produce molestia para realizar el acto sexual, con evitar la estimulación en la zona el calostro dejará de salir.

Tampoco debe preocuparse la mujer cuyos pechos no derramen algunas gotas de este líquido, por no salir no significa que no lo posean o que no vayan a producirlo más adelante cuando el recién nacido sí lo necesite. Hay que tener en cuenta que los cuerpos son distintos en cada mujer y poseen sus propios tiempos.

Además de la salida de calostro, puede ser que los pechos estén excesivamente sensibles. Esta cualidad puede ser favorable para el placer, otorgándole a la mujer un instrumento nuevo en la sensualidad de su cuerpo, pero también puede ocasionar molestias debido al dolor, en cuyo caso se evitará la zona de los pechos.

Entre los cambios que el cuerpo femenino experimenta durante el embarazo hay que tener en cuenta las alteraciones de las secreciones vaginales, estas pueden aumentar en cantidad y al mismo tiempo variar su color y su olor. No hay por qué preocuparse ya que es normal. Las consecuencias que traen en relación a la sexualidad pueden ser positivas o negativas. Dado a que aumenta la cantidad de flujo, la vagina estará más lubricada y ayudará al acto sexual haciéndolo más agradable, sobre todo si la mujer solía tenerla seca.

Pero al mismo tiempo puede ser poco favorecedor para el hombre puesto que, al estar tan mojada y húmeda la zona vaginal, el pene se deslice tan fácilmente que le cueste la erección. El hecho de que cambie el olor y el sabor también pueden afectar al hombre, el cambio puede desagradarle. Para ello existen aceites que pueden frotarse en la zona, es conveniente comentarlo con el médico obstetra para hallar el más indicado.

Puede ser que, ante una penetración fuerte, se produzcan pequeñas hemorragias. Si son leves no hay problema, se ocasionan debido a que el cuello del útero está lleno de venas que trasladan sangre hasta el útero mismo y la penetración profunda rompió alguna de las dichas venitas. Por otro lado, como bien dijimos en otras notas, el cuerpo de la mujer sufre cambios durante el embarazo y por lo tanto el cuello del útero está más sensible y blando.

Si llegaran a producirse las hemorragias y el médico descarta la posibilidad de ser producidas por otra razón, entonces simplemente se tendrá cuidado y se evitarán penetraciones profundas, sobre todo en los últimos meses que el útero está preparándose para el parto. Las hemorragias no constituyen un síntoma de peligro, si es que se dieron por la actividad sexual.

Las relaciones sexuales no afectan al bebé ya que éste se encuentra protegido por una cantidad de tejidos y órganos, entre ellos el útero, a su vez protegido por el tapón mucoso que se encuentra en el cuello del mismo. Lo que también puede ocurrir es que la mujer sienta contracciones a lo largo del acto sexual. Este tipo de contracciones tampoco afectan al bebé y son normales en caso de que el embarazo también lo sea. En los embarazos con propensión al aborto o con problemas de contracciones el caso es distinto y deberán consultarlo con el médico.