Después de la trigésimo segunda semana del embarazo, necesitarás ir al consultorio de tu doctor cada dos semanas, para monitoreos prenatales.
Este mes deberás aumentar alrededor de 400 gramos por semana.
Llama a tu doctor de inmediato si tienes sangrado vaginal, dolores estomacales, dolores agudos de espalda, visión borrosa, sensación de que el bebé quiere salir, si percibes una disminución notoria de los movimientos del bebé, o tienes más de cinco contracciones por hora.
Este mes y el noveno son los más costosos de seguir, se hacen eternos, estamos cansadas, aburridas y cuesta llevar el tamaño de la panza. No habrá nuevos síntomas, sino los mismos aunque ahora en aumento. Todo parece igual pero con una lupa que lo agranda.
Puede ocurrir que nos falte más el aliento, esto se debe a que el útero se desplaza hacia los pulmones, lo cual alivia al niño y molesta a la madre. También será normal despertarse mucho durante la noche por dos razones, la primera porque iremos al baño cada segundo, ya que la vejiga ya no tiene espacio, se reduce y no da lugar a la contención de orina, y la segunda porque no encontraremos postura en la cama.
La panza molesta, es grande y si no es ella, es el bebé que ya no tiene espacio dentro del vientre y patea hacia fuera. De día será precioso ver cómo la piel se transforma, se estira y da lugar al tobillo o al codo, y sin embargo de noche queremos dormir y el gran saltarín no lo permitirá. Desgraciadamente no existe solución para calmarlo, aunque sí se puede hacer algo para evitarlo: no comer mucho dulce antes de irnos a dormir, puesto que éste lo estimula aún más.
Y con respecto a la panza, una buena idea es rodearse de almohadones: de costado, nos pondremos uno entre las piernas y otro debajo de la panza sosteniéndola. De todos modos, con seguridad nos despertaremos al girar, ya que el peso no será fácil de dominar, debido a que el bebé ya tiene casi 45 cm y puede pesar 2 kilos.
El gran crecimiento lo realiza en estos últimos meses. Al final del octavo se desarrolla el cerebro y la mayoría de los sistemas de su cuerpo están completos. El bebé está casi listo para recibir al mundo, aunque los pulmones están un poco inmaduros y deberá esperar un mes más.
Rebista