Puedes comenzar a ser una madre responsable y cariñosa desde el primer día en que descubres que estás embarazada. ¿Cómo? He aquí nuestros secretos. Aliméntate en forma adecuada desde el principio por el bien de tu bebé. No hay nada más importante que la salud del niño que está por venir, así que aquí Saludísima.com te da unos consejos.
Dentro de las recomendaciones para la alimentación de la embarazada hay que tener en cuenta que las cantidades y nutrientes varían, dándoles mayor importancia al tramo entre el segundo y tercer trimestre de la gestación. Entre los nutrientes que se deben ingerir en mayor cantidad para mantener un saludable embarazo son el hierro, magnesio, calcio, proteínas y el ácido fólico.
La función más importante dentro del organismo es la formación de hemoglobina, por lo que su carencia ocasiona problemas de anemia. El hierro puede encontrarse en alimentos como las carnes rojas, hígado vacuno, germen de trigo, yemas de huevo, tomate, trigo entero, legumbres (porotos, garbanzos, lentejas y arvejas) y espinaca.
Es importante resaltar que al consumir un alimento rico en hierro resulta recomendable acompañarlo con algo de ácido fólico pues así el el hierro que que ingiere se aprovecha y asimila de mejor manera en el organismo.
Este elemento es de gran importancia para la producción y realización de la síntesis protéica. El magnesio se puede encontrar en los vegetales de hoja verde (lechuga, radichetta, berro y espinaca) y en los cereales integrales.
Este mineral es fundamental en el desarrollo y formación pues favorece la osificación (formación del hueso) y la coagulación de la sangre. Se encuentra en todos los tipos de leche, yogures, quesos y demás derivados lácteos.
Es preferible consumir leches enriquecidas con calcio y quesos preferentemente duros pues estos tienen una mayor concentración de calcio. Existen también algunos alimentos que neutralizan algunas propiedades del calcio así como los cereales o las infusiones (taninos), por eso la leche se debe tomar sola sin té o café y los yogures sin cereales.
Las proteínas son elementos que se pueden encontrar en la mayoría de alimentos de origen natural y en algunos cuantos de origen vegetal; tienen como principal función la formación de los músculos y su consumo es importante por su valor biológico, pues sólo se obtienen a través de los alimentos.
Las proteínas se encuentran en alimentos como la leche (entera o descremada, o fortalecida con calcio), todo tipo de quesos, clara de huevo, legumbres (lentejas, garbanzos y arvejas) así como en carnes vacunas, de pollo y pescado, teniendo todas estas carnes un 20% de proteínas.
Tanto los productos descremados como los enteros cuentan con un misma cantidad de proteínas; los cereales son proteínas incompletas, por lo que necesitan de otro alimento proteico para alcanzar un nivel es decir necesitan de otro alimento proteico para poder tener un valor óptimo.
Consumir ácido fólico antes y durante el embarazo es de gran importancia porque evita anemias y anomalías gastrointestinales o diarreas a la vez que previene enfermedades del tubo neural del bebé como la mielomenigocele, espina bífida o la anencefalia.
El ácido fólico se puede encontrar en alimentos como los vegetales verdes (lechuga, radicha, radichetta, rúcula, espinaca) y cítricos (naranja, limón, mandarina y pomelo). Es recomendable consumir conjuntamente alimentos que contengan ácido fólico y hierro para que la absorción de este último sea mejor aprovechado. El alcohol modifica la absorción del ácido fólico.
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